El post de hoy es a raíz de una publicación del viernes de @Tutetecom que ha dado bastante de hablar, y sobre todo con opiniones totalmente opuestas.
Yo comenté que al heredero le iba muy bien porque le sujetaba la cabeza cuando se quedaba dormido, que conste lo usamos para los viajes, vamos que lo subo para ir a hacer la compra y no se lo pongo y si se queda dormido pues para 5 minutos que la a estar con el cuello en una mala postura pues no le pasa nada.

Mi comentario ha tenido alguna respuesta diciendo que la silla le estaba grande 😳😳😳

La silla principal del heredero es una Klippan Triofix (@KlippanES ), de la que su mama se hizo como viene siendo normal un buen estudio, incluyendo su DAFO de si era la mejor opción que comprar, lo primero que valoré por supuesto fue la seguridad (quería que fuese a contramarcha y superase el test plus), tenía claro que quería una silla que abarcase varios grupos, no estaba dispuesta a volver a pasar por la tomadura de pelo del Maxicosi (porta bebes) (más de 200€ solo el MaxiCosi, incluyendo la base isofix cerca de 400€) para un uso de 9 meses.

Después de ver un par de ellas (tampoco había mucho donde elegir) que cumplían mis requerimientos me decidí por la Triofix, aquí os dejo las características que tiene y al heredero cuando se quedaba dormido se le «descolgaba la cabeza» que si q mi me pasa luego me duele, por lo que pensé que a él también le molestaría, así que cuando vi la «almohadita» la compré, con la única dude ande uso de que el heredero la aguantase, no suele aguantar ni los baberos en el cuello, todo se lo arranca, así q lo de aguantar al león no lo tenía yo muy claro.

La estrenamos en un viaje de 6 horas y la aguanto, le sirvió para sujetarle la cabeza cuando se durmió y hasta jugamos con ella cuando dijo «yo de aquí me bajo» debió pensar, ¿a donde me lleva mis padres hoy que parece que no llegamos?

Por ello todo lo que puedo decir de mi experiencia con el «sujeta cabezas» es positiva, pero como digo siempre cada niño es un mundo y lo que a uno le viene bien el otro no lo quiere ni ver.