Cómo afrontar un tratamiento de fertilidad 

Os voy a contar las dos formas diferentes de afrontarlo, en sus versiones más extremas y luego ya se sabe que entre el blanco y el negro hay muchos grises y cada uno lo lleva como le resulta más fácil.
Esta la versión yo p’alante como los de Alicante, con la única «preocupación» dehacer al pie de la letra lo que dicen los médicos.
Así  fue como lleve yo mi primer tratamiento de fertilidad, una vez que decidimos la clínica, nos quedamos con la tranquilidad de que estábamos en las mejores manos, así que la hoja de ruta ya solo se limitaba a seguir lo que nos decían los médicos.
Primera decisión era elegir el método del tratamiento, Inseminacion artificial o Fecundación in Vitro, los porcentajes eran para FIV un 50% de éxito y para IA no lo recuerdo exactamente pero bastante más bajo, así que la elección era fácil. Tambien puede ser que no «rebuscásemos» más opciones o diagnósticos porque lo nuestro estaba claro, no había nada que impidiese un embarazo, lo único que estaba peor dependiendo del momento en el que hiciesen el análisis eran los espermatozoides, escasos y flojetes, pero vamos que de millones que hay solo hace falta que salga uno listo 😂 y como vimos en los diferentes seminogramas que le hicieron a Mr.A el recuento variaba bastante dependiendo del estrés que tuviese y otras muchas variables que les pueden afectar.
Una vez que comenzamos el tratamiento, yo solo me preocupé de tener toda la medicación lista y de seguir al las dosis exactas de lo me tenía que poner, no analicé si lo que me estaban mandando era mucho o poco, si era el mejor medicamento o había otro, porque entendí que ellos son los que saben y yo de eso no tengo ni idea y las redes sociales tampoco me iban a dar mejor consejo que el médico, que me ponía la medicación según veía con el ecografo cómo iba reaccionando mi cuerpo y asi fue todo mi tratamiento.
La «publicación» de en lo que estábamos metidos,pues prácticamente no lo sabía nadie, algún que otro amigo muy cercano y una vez que estábamos en betaespera nuestros respectivos padres, no fue por ocultarlo, si no por mantener la tranquilidad y no tener a todos pendientes de qué pasaba.
La otra opción es, me hago un «master en medicina reproductiva» lo consulto todo con el doctor Google, y pregunto a todo el mundo por redes sociales, pues cada uno es libre de hacer lo que le de más tranquilidad, pero al final en esto de la reproducción hay muchísimos diagnósticos diferentes y también se da que ante igual diagnostico, cada cuerpo reacciona diferente a los tratamientos, así que los doctores (sí son unos buenos profesionales, de ahí la elección de una buena clínica, porque en los últimos tiempos con el aumento de la demanda de tratamientos han “salido” muchas clínicas, por supuesto con doctores, pero no todo ginecólogo es especialista en reproducción asistida) van ajustando la medicación según la respuesta de cada cuerpo, por lo que obsesionarse con «me ha mandado una medicación diferente a la de Fulanita que tiene lo mismo que yo» no lleva a nada bueno.
La segunda opción (el extremo a la anterior) en «publicación» son aquellas parejas que día a día van contando los síntomas que tienen y descuentan la Betaespera en público, como os he dicho antes, son opciones muy personales y cada uno elige con la que se sienta más cómodo, acompañado, respaldado o simplemente le ayude más en una situación que de por sí no es fácil.
Tomadlo como mejor os sintáis y mucho ánimo y fuerza a todos.

3 comentarios en “Cómo afrontar un tratamiento de fertilidad 

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