Yo concilio, tu concilias, él concilia, el verbo que en España no se conjuga

  

Ayer me puse a echar cuentas de las horas que paso con el heredero y me entró el bajón, la depre o como lo querais llamar. Me dí cuenta de que estoy sin verlo unas 9 horas, (las horas más divertidas) y que estoy con él despierto unas 4 horas.

Hice esta cuenta porque hasta ahora el heredero era más pequeño y yo llegaba a casa, lo paseaba, o cuando ya hacía más cosas jugaba un poco con él y listo, era la hora de la cena, baño y cama, me gustaba siempre darle el biberón con el que se dormía, para mi era nuestro momento, y me solía quedar con él dormido en mis piernas un buen rato y ¿en qué a cambiado esto?, pues en que el heredero ahora ya no es un bebe, corretea por la casa, le gusta jugar en el jardín y también con los juguetes, y yo quiero hacerlo todo con él y por supuesto no tengo tiempo, porque si vamos al parque no tenemos tiempo de hacer puzzles de madera, de aprender a encajar Legos o de hacer sus primeros garabatos. Quiero que vaya comiendo cada vez más comida sin triturar, que la come perfectamente, pero tarda cuatro veces más con el problema de que, como decimos en casa, se nos pasa de rosca, está cansado y comienza a llorar por todo así que o espabilamos y terminamos de darle la cena rápida o no va a querer comer, y va a llorar durante todo el baño y quiero hacer todo esto YO con él, no quiero que lo haga la nanny o el que sea, quiero ser YO.
Por otro lado se que no se va a acordar, porque yo no tengo recuerdos claros hasta los tres años, lo tengo muy claro, porque justo coincidió con que nos mudamos de ciudad y de la que viví los tres primeros años de mi vida no tengo recuerdos de esos años y de la segunda sí, y curioso, mi primer recuerdo es tumbada en el coche (sí yo iba tumbada en el coche y tan pancha) preguntando a mis padres cuando llegábamos.
Y entonces ayer en un momento de reflexión en el que me sentía fatal porque no conseguía hacer lo que todos los días me propongo me dí cuenta de que eran 4 horas y de que cómo me iba a dar tiempo todo en ¡¡¡Cuatro horas!!! (ahora que es verano se duerme algo más tarde y si ha dormido bien en la siesta tenemos unas cinco horas 😦 )
Y todo esto dando gracias a que tengo jornada reducida de 7 horas y se supone que salgo a las 15h, pero antes de las 16h no consigo llegar casi ningún día y cuando en invierno comience con las clases de idiomas ya ni hablamos…
Y ahora me pregunto, ¿qué puedo hacer para mejorar esto? pues a nivel personal poco, porque dejar de trabajar no me lo puedo permitir, así que veré crecer a mi hijo a veces como una espectadora con el tiempo de una sesión continua, el tiempo de dos películas aproximadamente que es el que tengo para estar con él al día, qué triste suena así 😦
¿Qué pasa en España con la conciliación? profesionalmente, si tienes una jornada reducida, y no quiero generalizar pero es lo que ocurre en la mayoría de los casos, tienes un techo de cristal que te va a impedir crecer.
No se si conoceréis vosotros a algún hombre con jornada reducida, pero yo ya os digo que no conozco a ninguno, ¿qué ocurre con el macho iberico?, ¿no es padre?, ¿las empresas no aceptan una reducción de jornada por paternidad???, ¿no se atreven a pedirla por lo que puede pasar con sus carreras?

Gracias a Dior

Y al Corte Inglés hoy he tenido mi momento Glory, si como leéis, llevaba 5 días intentando encontrar un ratito para pintarme las uñas y nada, imposible, no había un momentín, así que he llegado al jueves que más que dedos parecía que tenía muñones y si quedaba alguna uñita que se ha salvó de la masacre semanal estaba a punto de caer.

En esta situación he aterrizado por El Corte Inglés, después de salir del trabajo y tener que tomarme la pastilla para parar la taquicardia, cuando he visto que no salía a mi hora y que se me descojonaban los horarios (bien apretaditos) que tenía para el resto de la tarde.

Y ahí estaba el, nos cruzamos la mirada y dije… Mmmm… Es mi momento, voy a ver que tal queda aprovechando que no llevo las uñas pintadas y, cuando lo ví puesto en la primera dije ohhhh (corazoncitos salieron de mis ojos) voy a ponerlo en otra y … en otra y otra… Vamos que de la forma más desvergonzada me he pintado mis 10 uñitas (o lo que queda de ellas) con el probador, no se que me ha pasado, nunca reconoceré haberlo hecho y me he ido a hacer la compra con mis manitas bien estiradas para intentar no fastidiarme ninguna.

El color Glory de Dior es precioso!!!! es un coral vibrante tirando a fresa, que te alegra el día y te da energías. Prometí que no me compraba ni una laca de uñas más hasta que, no se quedase por lo menos en la mitad del cajón búnker (me encanta este término de Alejandra @TheZombieRebel ) de las lacas (cuando llevaba contadas 60 deje de contar) y aunque desde entonces creo que he gastado unas 5 o 6 quién sabe si en algún momento de esta primavera, esta preciosidad de Dior se venga a casa.

Aquí os dejo una fotito para que veáis como han quedado

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